lunes, 29 de diciembre de 2008

Molino de viento

Raúl cuenta:

"Una vez fui al campo con mi padre, yo estaba muy ansioso de ver aquel molino del que todos hablaban y mi padre sólo iba a acompañarme. Éste molino - decían - predecía el futuro con el mover de sus aspas por el viento, no contaba con ningún mecanismo adicional, cosa que lo hacía aún más misterioso. Había que contar las vueltas de las aspas por 30 segundos; 5 significaban trabajo (en mi caso estudio), 12 significaban salud, 17 significaban dinero, 35 significaban amor (no se sabe porqué tantas), 2 significaban vida y una sola vuelta significaba la muerte.
Esa tarde de campo con mi padre incrédulo aunque algo curioso, presenciamos a las aspas de molino, que para sorpresa mía, solo dió una vuelta. Yo, por supuesto, me asusté. ¿Será que mi padre no controló bien el tiempo?; a lo que éste, en su momento me respondió: "fueron 30 segundos exactos".
Al día siguiente como todos los días esperaba a mi padre a la salida de la escuela; no llegaba y ya se iba el último estudiante. Entonces vi a mi madre aparecer, presurosa y muy triste; tomó mi nuca y me dio la lamentable noticia que mi padre había muerto. Yo, por supuesto heché a llorar enseguida y me acordé del molino que vimos ayer y de sus aspas de vueltas tan desicibas que al parecer no eran para mí."

¿Será que los incrédulos tampoco creen en sí mismos?

Bostezos sin asedios

La exigencia, me gritó,
me recordó que no soy un maestro
y que solo vuelo en mis propias nubes:
anormales, inexistentes, nada voluptuosas
pero al fin nubes.
Entré a la casa deforme
donde cumplo tareas pendientes;
caluroso, sin aire o tal vez sin luz
porque las cortinas son coraza
o porque el sol no quiere verme
ya que provoqué su indiferencia,
de la que pienso no disculparme.
Aquí estoy bien:
sin recortes, sin molestias, ni exigencias.
Lo único que no quiero
es distraerme con mis quimeras,
encender el paso autodestructor,
volver a recordar mis años "pozos"
en donde ni el espejo me ayudaba
y un "te ves estúpido", me daba gracia.
En fin, estoy bien
bostezando cuando quiero
y sin asedios.
Cantando, aunque mal.
Pensando
en todas nuestras posibilidades,
en personajes y nuevas palabras.
En tí, por supuesto
y en mí también,
en mis dedos y sus nombres.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Cortinas

Noticia de último minuto

Juan
sufre de inconciencia amorfa.
La cura no existe,
la han buscado en google
también consultaron al doctor espectro
y a todos los santos
menos al patrón de su colegio.
Juan tiene una última esperanza:
congelar sus planes.

Sordera

Pensaba que iba a ser
el nuevo Beethoven
porque perdí la visión sonora
del oido derecho.

Mientras ideaba alguna estrategia
para escuchar las mejores palabras
volvió mi oido
y junto con él
la lección de prestar atención
porque no soy Beethoven.

Horizonte

Voy a continuar con el afán de salida
la corriente me lleva a su avenida,
el brillo de sus ojos
florece la más tierna añoranza.
Lejos del ambiente contaminado,
pues hay humo
y no es el de mi incendio,
pues hay fuerza
y es la de tu deseo.
Horizonte desconocido,
recta horizontal
observadora de las leyes
gravitatorias de mi índole.
La más observada, seguida por Dios
y sus relatos vacíos.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El tiempo y sus habilidades (part. 2)

La muchacha se hace esperar, piensa que colores matizar en sus párpados que buscan ser estudiados minuciosamente por el galán noventero que se encuentra impaciente preguntándose que perfume olería hoy y si su muchacha será otra vez caprichosa como la noche anterior en que se le vio algo extraña. El odio de esperar en un intervalo de tiempo vuelve islas a los más movidos mares; lo más extraño es que al odiar éste paréntesis de espera se miran con frecuencia las manecillas ruidosas o la figura de numerales arábicos, que se supone son las enemigas. Transcurren los segundos junto a la rabia disimulada y la muchacha aún no decide que colores tomar.

Papa Noel nunca tomará un café con Miguel Grau, mucho menos el derrotado Godzilla se atrevería a ello. Papa Noel no estaría contento al enterarse que Miguel Grau al ser un gran escritor de cartas nunca envió una al polo norte; seguro quería enviarla después de octubre, cosa que no sucedió y no es porque no sepa la dirección. Miguel Grau espera recibir brillo para disfrutar el desfile a su conmemoración. Papa Noel espera diciembre para mudarse a algún parque central y Godzilla espera en la tienda a pesar de tener un cartel de 50% de descuento, será que ya pasó de moda.

martes, 2 de diciembre de 2008

El tiempo y sus habilidades (part. 1)

Olvidemos por un momento el deseo acelerado de ser grande; "todo tiene su tiempo", dice el joven sesentero apenado por el choque radial en una curva peligrosa producida por la torpeza de los noventas y el canal 47, si lo ven. Más allá bajo la columna blanca o zona de seguridad se oye el llanto de un infante desesperado, manifestando que el juego del que lo han separado se tornaba interesante cometiendo su ida a la siguiente fase donde Godzilla se apiadó de su ciudad, tal vez por la forma inocente del lanzar de sus fichas o quizás porque Godzilla tuvo que atender a otra chiquilla.

Para aquella ocasión requería un par de horas perdidas por correcciones de pequeños pasos, o del recordar de las fórmulas que el principio no me gustaban y que luego las iba arrimando al rincón de la memoria. Pedía tiempo para borrar, corregir, apuntar, resaltar, ordenar; la calificación lo afirmará si le hecho la culpa al segundo de error o al segundo en la pared. Ante todo trago amargo tengo una imagen congelada, por suerte le puedo decir muchas cosas sin darme cuenta de que oscurezco, como y duermo a diferente hora; como un juego de olimpiadas en donde hay que madrugar para ver si cae una medalla que nos llevaría al triunfo matinal al mismo tiempo en el que el deportista se la pone rodeado de paraguas.

La persona horizontal está enfadada con el timbre de la responsabilidad, odia enfriarse al mismo tiempo que acomoda la vestimenta a acompañarlo en el largo trajín, pero sobre todo no entiende porque apareció en sus sueños una tía lejana al que ve solo los fines de semanas cubierta por el terreno verde que presume su vida después de una muerte; luego no sabe como llegó a Las Vegas acompañado por sus actrices preferidas a apostar las mansiones repartidas en los cinco continentes y en lo remoto de sus islas, pues tiene muchas porque las en las 8 horas diarias él puede ser hasta un hombre espacial.