martes, 27 de enero de 2009

El Teniente B


Justo a las seis en punto de la tarde el Teniente B acaba su última tasa de café acompañado por el salado de sus dos panes árabes cubiertos de mermelada de fresa, para contrastar cierto experimento.

Muchos en la calle lo desconocen, se refieren a él como "ese del sexto piso"; pero eso no preocupa al Teniente B que ahora enciende el televisor luego de diez minutos de reflexión en donde escribió: Estoy cubierto de mermelada.

sábado, 24 de enero de 2009

Cursilería I

¿Sabes?
Odio los relojes.

Los mares
desconocen su propio recorrido.
No lo entiendo.

Ayer en el Sur,
Hoy al otro lado.

¿Sabes?
Me gusta el tiempo
con tu presencia,
pero odio los relojes.

Desconosco mis horas
en las dichas conexiones.
Pero odio los relojes.

Me gusta estár así.
Pero odio los relojes.

¿Sabes?
Te encuentro:
11, 12, 13; avanzan las horas
y no me importa el tiempo.
Odio los relojes
y sigo aquí... me gusta.

viernes, 23 de enero de 2009

Tu respiración es tan impredecible: ese tormento del carbono y el proceso oxigenante de conseguir un espacio en los muros pintados de colores primarios. Tus células lo disfrutan y lanzan chillidos al aire, formando un tetraedo que luce sus núcleos sin escapatoria, sometidos entre las arterias del silencio y los corazones de tu iris.

Tu respiración es tan impredecible que el momento de mis sopechas aún no ha llegado. Es tan impredecible como mi vida en veinte, treinta o cincuenta años, si la muerte aún no cumple con su promesa de llevarme al estrellato (mientras más abajo estamos, mayor es el recordatorio). No se sabe lo que pasará con el cielo si en más de cuarenta años los aviones fueran comercializados en una venta de chatarra o si demuestran que los milagros no son más que magia sin explicaciones. Nadie lo entiende, al igual que yo no entiendo tu horizonte.

martes, 20 de enero de 2009

De-formaciones bacterianas

Su vida era una microscópica vista en planta. Con tangencias sobrerecogidas de sal ambiental y presumidos colores de rosas que no significan nada. Sólo hambre de espanto al vacío. Sólo señas circulares amorfas. Sólo rabia y sólo un corazón microscópico en vista en planta. Así son las bacterias.

Protagonistas vivos de los libros de ciencias, en los que el color verde paradógico no transmite esperanza sino una sensación vomitiva de no querer recibir sus consecuencias malditas, internados en sábanas blancas (o verdes-ciencia). Es terrible sentir la canción de cada segundo mientras las bacterias actúan en torno a la taza de leche azucarada suavemente. Los círculos pierden su forma y pasan a ser parábolas, elipses, ovoides hasta triángulos. ¿Cómo un triángulo salió de un círculo?, ¿cuál será su área?. En ese espacio de medio centímetro entre baldosa y baldosa, hay una temerosa fiebre a esos esqueletos manchados, sucios, inconcientes; multiplicados por mil y elevados a su máxima armonía de carnaval, el fango. La partitura pierde sus compaces, todo se ha descontrolado, flota y flota como papel publicitario lanzado desde el décimo piso en que las bacterias atrincheradas destruyeron gran parte de la cortina con sus unicelulares formas desastrosas, indescriptibles, malévolas o sacras para sus espejos. Sí, se ven al espejo, ven su rostro marcado de cera negra, deleitándo su estilo de bailar ante miles de galletas espectantes, besos de madre y tus saludos mañaneros bien recibidos. También nos invaden y se rién con mis diminutivos, cargadas de descargo y de atrocidades bélicas. Nada les importa: las señales de tránsito, el parqueo especial, las ordenes militares, pasan desapercibidas cuando viajan sin destino al encuentro con sus similares. No forman familias ni tienen romances, pero buscan algo, sé que buscan algo. Son ambiciosas, lo quieren todo de un solo tirón y sin necesidad de pedir permiso porque no son parientes ni parejas distantes, por lo tanto no se traicionan entre sí excepto si alguna de ellas le cogió alguna vez cariño a un bolígrafo que trasmitió sus últimos latidos, ¿tendrán razón?. Son nada pero buscan algo, probablemente en su deslíz desesperado se esconde esa respuesta, esa esperanza; por ello el último libro de ciencia se caracteriza por las variaciones de color verde que presenta sin vergüenza, tal vez espera algo.

Nuestra vida es una ámplia vista en planta en escala natural. Con diámetros que son nuestros puentes significantes y con nombres propios. Sólo la pérdida del hambre. Sólo señas de luminosos faroles. Sólo un escudo y un ámplio órgano a escala natural. Así son las anti-bacterias.

jueves, 15 de enero de 2009

Tele-novela


La telenovela dio una vuelta de ciento ochenta grados cuando Augusto, el hijo de la protagonista, lloriquea y se retuerce al enterarse en boca de su propia madre, que sus verdaderos padres fueron encontrados entre los escombros en el año 1983, en que una exploción al edificio más grande de oficinas acabó con sus vidas. En otra escena, la esposa enfurecida da rienda suelta (frase telenovelera) a sus impulsos, cogiendo desesperadamente un cuchillo (elemento telenovelero) cuando sorprende en una misma cama a Joaquin (su esposo) junto con Marisol, la sirvienta; por suerte la esposa es detenida por Joaquin y su... amante (palabra telenovelera, luego del suspenso telenovelero) , así que no corre sangre en esta escena. Será cosa del horario en que aparece la telenovela, aunque en el canal vecino al mismo horario se transmite "Los crímenes más escalofriantes de los últimos tiempos". Ya imaginarán las imágenes que quitan el apetito. Cinco minutos más trade llega el minuto con cuarenta y cinco segundo dedicado a los comerciales: se promociona el nuevo disco de la banda Los Disconformes, seguido por la crema hecha a base de nácar, ahora más potente y por último se corre el anuncio más duradero sobre los descuentos de locura en el centro comercial: zapatos, carteras, acccesorios y todas las prendas de vestir a descuentos especiales y descuentos sobre descuentos. Cuarenta y cinco segundos dura tal anuncio. Volviendo a la telenovela, Marisol ya despedida de su trabajo de sirvienta, huye a su pueblo (palabra telenovelera) para evitar desgracias, en dónde la espera su padre de setenta años interpretado por el actor más veterano, en mejor sentido: leyenda. Son las dos de la tarde y termina la telenovela, con sus respectivos adelantos para el próximo capítulo vistos en una pequeña cuadrícula orientada a la esquina superior derecha de la pantalla, mientras bajan rápidamente los créditos al lado de la cuadrícula de escenas futuras y el camarógrafo que trabajó en esa novela trata de ubicar velozmente su nombre. El camarógrafo se llama Juan Alonso Castillo de la Vega (nombre telenovelero) .Todo es telenovelero: Los Disconformes, la potente crema de nácar, los descuentos sobre descuentos. Todo.

martes, 13 de enero de 2009

Regresión

Creo que fue el miedo
el que me empujó
a los cristales inquietos sin forma.
Luego imité a un rascacielos
(no sabiendo que existía)
y emjuagué mi pasado en otra parte
sin consumir una gota de segundo
alejando
toda vuelta mental.
Desde ese día... estoy tranquilo.

viernes, 2 de enero de 2009

Naipes

Guillermo, un argentino de 55 años, cumple una condena de cadena perpetua. Tiene un único hijo llamado Julian de 27 años, que además de escritor es arquitecto. Julian cogió el gusto por la arquitectura desde muy pequeño, realizaba habilmente toda clase de proyectos apoyado siempre por cartones, papeles y naipes. Hacer casas de naipes era su deporte mental preferido en el que pasaba horas porque había una particularidad: cada casa debía ser edificada bajo un mismo palo; es decir, una ventana de diamante no podía ser ubicada en una pared de corazones, o el techo de tréboles no podía sostener las paredes de espadas en el siguiente nivel. Los reyes de la baraja no eran utilizados como material, ellos obviamente ocuparían tales hogares ubicados no por procedencia, sino por preferencia de los mismos reyes. Los reyes de corazones tenían peleas constantes, entonces eran colocados en el hogar de espadas, mientras los reyes de espadas que eran fanáticos de la botánica, se les colocaría en la casa de tréboles. Los reyes tréboles concurrían a un fantástico joyero, destacado por sus trabajos en diamante, y es en esa casa de diamantes donde los tréboles colocarían sus estupendas joyas; y finalmente los reyes diamante gustaban de la poesía romántica y preferían estár bajo un techo pintado de corazones, entreteniéndo la vista con la fachada del Teatro Nacional Cervantes, en Buenos Aires. Cuando Julián tenía 7 años, Valeria su madre, acababa de cocinar la cena y llamaba a Julian a que se acercase, y éste no aparecía. Valeria fue a buscarlo a su habitación, allí lo encontró "jugando" y Valeria cansada de no ser escuchada demolió con sus manos de olor a cebolla la casa de corazones, pronunciándo después: ¡baja a comer ahora!, por un instante la madre de Julian se convirtió en Godzilla. Un año más tarde, Guillermo es condenado a cadena perpetua tras asesinar a su esposa con una daga del siglo XX que guardaba junto a unos pendientes de diamante en forma de tréboles, recién robados.

A eso llamo: suerte de principiante.