cuando entre mayo y diciembre
Los Disconformes
creen en la suplicación del hombre
que suplantaría, al mecanismo sobrehumano.
Todo comenzaría nuevamente.
En vida
se simula la muerte.
La misión del llanto cobra sentido
como todo color en la flora tangente
que adornan al famoso entrometido.
Los sueños son antihorarios:
el infinito sustenta
su temprana trascendencia
retardando la llegada
del primer elemento
(ahora infinito, ahora subterráneo).
Es decir,
el anciano agoniza
luego, el niño supervisa en el ropero
sus temores entreabiertos;
la muchacha me toma de la mano
para envolverla en sus caricias
y a la media hora
deletrea su nombre.
Somos una fábrica de proyectos
no perfectos
(eso lo hace más interesante),
abundantes
casi claros,
nada amargos.
Fascinantes.
Los Disconformes
creen en la suplicación del hombre
que suplantaría, al mecanismo sobrehumano.
Todo comenzaría nuevamente.
En vida
se simula la muerte.
La misión del llanto cobra sentido
como todo color en la flora tangente
que adornan al famoso entrometido.
Los sueños son antihorarios:
el infinito sustenta
su temprana trascendencia
retardando la llegada
del primer elemento
(ahora infinito, ahora subterráneo).
Es decir,
el anciano agoniza
luego, el niño supervisa en el ropero
sus temores entreabiertos;
la muchacha me toma de la mano
para envolverla en sus caricias
y a la media hora
deletrea su nombre.
Somos una fábrica de proyectos
no perfectos
(eso lo hace más interesante),
abundantes
casi claros,
nada amargos.
Fascinantes.