sábado, 22 de noviembre de 2008

Sentidos

Las ondas armoniosas me persiguen
y me alcanzan en todos lados
en mi casa y en todos los extractos
de rincones olvidados.

Las disfruto,
me siento volar entre sus pasos
son más fuertes que un ciclón
transportándome a su isla,
donde me recibe la paz
junto al tiempo que no existe
veo cosas imperdibles
ve cosas indescriptibles.

Un instante al paladar
viendo a mi abuelo
jubiloso y revolviendo en caricias
ese río de colores indomables,
tan amable es su alegría
y tan amable es mi memoria
que permite volver a ese instante
de fresa o de piña
es dulzura inolvidable.

En los veranos
esas fresas ya no piñas
se endurecían como rocas
satisfacían mis anhelos
y el deseo de refrescar mis horas.

Eh recibido caricias y abrazos
y mis manos
lo disfrutaban
podía sentir escalofríos
señalándome aquel gusto
por esos abrazos y caricias
que vuelven por un camino numérico
o un camino de rutina.

También eh caído
sentir golpes es tiempo transcurrido
me eh visto en precipicios
y de eso no me acuerdo,
pude estar herido,
algo roto e incompleto
pero nunca estuve adentro
de un abismo destruido.

Se percibe en la cocina
un sabor no descubierto
puede ser un gran banquete
o un aroma engañoso.

El aire colabora
con mis deseos de conquista
a ese sabor que se aproxima
tan esperado como las olas.

Perfumes, rosas, humo
son todos tan claros
me seducen o me alejan
pero los encuentro en todos lados
y es imposible perdérselos.

Es difícil negar
la visión a la hermosura
y es difícil olvidar
la enigmático de tu hermosura;
ya mucho lo eh explicado:
eres muy hermosa.

Infantes, ancianos, mujeres, gestantes, señores
los eh visto en todos lados
desfilando sin temores
dependiéndo de lo inerte
de las cosas fabricadas,
enumeradas por las manos
y dirigidas a su uso.

¿Cuánto más podré sentir?
¿Cuánto más no podré olvidar?
Lo cierto es que me gusta
el paladar diario
por donde resbalan los sabores olfateados,
descubiertos por el tacto
y con el levantar de mis párpados.
Me gusta abrazar y acariciar
a quien se disponga,
puedo sentir su suavidad,
puedo gozar con claridad
y puedo ver muchas cosas.
Me gusta ver tu sonrisa
y me imagino entre tus horas,
yo sintiendo tu perfume
y tú sintiendo a mi mano
que cabalga entre tus hombros
reflejando en tus mejillas.

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