La muchacha se hace esperar, piensa que colores matizar en sus párpados que buscan ser estudiados minuciosamente por el galán noventero que se encuentra impaciente preguntándose que perfume olería hoy y si su muchacha será otra vez caprichosa como la noche anterior en que se le vio algo extraña. El odio de esperar en un intervalo de tiempo vuelve islas a los más movidos mares; lo más extraño es que al odiar éste paréntesis de espera se miran con frecuencia las manecillas ruidosas o la figura de numerales arábicos, que se supone son las enemigas. Transcurren los segundos junto a la rabia disimulada y la muchacha aún no decide que colores tomar.
Papa Noel nunca tomará un café con Miguel Grau, mucho menos el derrotado Godzilla se atrevería a ello. Papa Noel no estaría contento al enterarse que Miguel Grau al ser un gran escritor de cartas nunca envió una al polo norte; seguro quería enviarla después de octubre, cosa que no sucedió y no es porque no sepa la dirección. Miguel Grau espera recibir brillo para disfrutar el desfile a su conmemoración. Papa Noel espera diciembre para mudarse a algún parque central y Godzilla espera en la tienda a pesar de tener un cartel de 50% de descuento, será que ya pasó de moda.
Papa Noel nunca tomará un café con Miguel Grau, mucho menos el derrotado Godzilla se atrevería a ello. Papa Noel no estaría contento al enterarse que Miguel Grau al ser un gran escritor de cartas nunca envió una al polo norte; seguro quería enviarla después de octubre, cosa que no sucedió y no es porque no sepa la dirección. Miguel Grau espera recibir brillo para disfrutar el desfile a su conmemoración. Papa Noel espera diciembre para mudarse a algún parque central y Godzilla espera en la tienda a pesar de tener un cartel de 50% de descuento, será que ya pasó de moda.
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